Sentí tantas ansías de él, que no sabía que hacer. El supo lo que deseaba, lo que sentía, lo que quería, y se ofreció a dármelo todo. Y en ese momento, desapareció todo lo que hasta entonces conocía de mi misma. Parecía que era otra mujer, pero la verdad es que jamás me había sido más fiel a mi misma que hasta ese entonces. 



Los puentes de Madison.